Aplicamos técnicas psicológicas y lúdicas dirigidas a conectar con los niños y a comunicarnos en su propio lenguaje para que puedan expresar sus emociones, resolver sus conflictos y desarrollar sus fortalezas para afrontar la vida de una manera óptima.
La evaluación consiste en realizar unas entrevistas y pruebas al menor y su familia para obtener toda la información relevante. Esto nos ayuda a entender cuál puede ser el problema, saber si es necesario hacer una intervención terapéutica y diseñar un plan de tratamiento adecuado y eficaz.
El proceso consta de entre 2 y 7 sesiones e incluye: Una primera reunión con los progenitores o tutores, una o más sesiones con el menor y/o la familia y una sesión final con los padres o tutores, que llamamos sesión de devolución, en la que presentamos los resultados obtenidos y planteamos una propuesta de tratamiento, en caso de que sea procedente. El coste del proceso de evaluación incluye: los test aplicados, las sesiones que sean necesarias y el informe clínico de evaluación, donde se recoge por escrito la información proporcionada en la sesión de devolución.
Se lleva a cabo el plan de tratamiento acordado, normalmente en sesiones semanales de 45 minutos de duración. Algunas sesiones pueden ser solo con el menor, otras a solas con los padres y también sesiones de padres junto con el menor, ya que puede haber objetivos que requieran el trabajo conjunto.
La duración de la terapia será totalmente personalizada, y depende de factores como la complejidad y antigüedad del problema, el apoyo que reciba de su familia, la receptividad a la terapia, etc.
Los padres o responsables tienen un papel fundamental en la terapia y de su colaboración y compromiso depende el éxito del tratamiento.